Se acerca el final del año y los vinos espumosos se vuelven los más requeridos para celebrar y compartir con amigos, familiares y colegas de trabajo. La burbuja se vuelve en símbolo de festejo porque al abrir una botella, tanto el sonido como la espuma se asemejan a fuegos artificiales, que igualmente se usan en celebraciones.
Hay burbujas para todo gusto, presupuesto y platillo. El espumoso más famoso y requerido es la champaña y claro, es de excelente calidad además de que garantiza un producto bien elaborado. Para muchos su mejor maridaje es el mole poblano, entre otros manjares navideños como caviar o langosta. No es el más barato, pero su precio lo vale.
Una opción alterna es el cava. De origen español, tiene la misma manufactura que el francés, pero viene de la región de Cataluña principalmente y utiliza uvas autóctonas como Macabeo, Parellada y Xarel-lo. Su gusto es un poco más fresco, pero la calidad puede ser muy similar. Ideal para un pavo al horno con jalea de arándanos.
Los franceses también elaboran el cremant, que es un espumoso similar a la champaña pero que se elabora en otras regiones como Borgoña, Alsacia o Loire, con excelentes resultados.
Del lado de Italia: los asti, prosecco, lambrusco y franciacorta son las opciones espumosas con diferentes gustos y precios. El lambrusco es el más popular hoy en día y puedes encontrar todo tipo de ellos.
En Alemania a los burbujeantes vinos se les llama sekt, mientras que en Estados Unidos son los sparkling. Hay de diferentes rangos pero suelen ser más frescos, sin tantas notas a pan o levadura como otros europeos.
Una selección de estos productos tienen la bonificación del 15% en tarjeta Almirante solamente en los primeros 15 días de este mes, así que no dejes de aprovechar ir reservando estos vinos para tus festejos decembrinos.