También hay vino blanco en Argentina y es muy bueno. Más allá de las uvas blancas clásicas, la especialidad de la casa es la Torrontés, una uva que llegó del continente europeo e igual que la Malbec se adaptó de forma increíble en diferentes lugares.
La Torrontés es una uva aromática que se siembra en el sistema de conducción del parral. De esa manera las plantas tienen una mejor exposición al sol, pero al mismo tiempo el follaje puede cubrir los frutos de la radiación solar y que no se quemen.
El parral o pérgola tiene mucho de utilizarse, pero no se ha cambiado por la espaldera que es más común hoy en día. Al final la calidad del vino demanda que se use este sistema.
Con la intensidad del sol se acelera la fotosíntesis y durante la noche la planta aprovecha todo lo que desarrolló durante el día y eso ayuda a tener mejores aromas.
Esta cepa blanca tiene la virtud de contar con buena acidez y ser muy fragante también en boca, lo que la hace fácilmente de adaptar a muchos platillos, inclusive mexicanos.
Hay tres versiones de la cepa, pero la Torrontés Riojana (de La Rioja, Argentina) es la que más se utiliza por sus atributos. Lo ideal es utilizar la variedad original sin barrica, con fermentación maloláctica y con paso por barrica para mostrar cómo hay diferencias en esta noble uva.
Tanto Salta como Mendoza manejan la variedad cada vez más y los vinos de esta uva comienzan a tener mucha fama, casi como la Malbec.
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