Alejandro Zirion
Estando en Barcelona, ¿por qué no aprovechar visitar las regiones vinícolas más afamadas de España como Cataluña, Rioja Alavesa y Ribera del Duero?
Como primera parada por ser la más cercana (a 45 minutos) tocó Sant Sadurni d’Anoia, (Penedés), una de las capitales del mundo del cava. La visita fue a Freixenet, con fantásticas y centenarias instalaciones. Llegamos hasta las profundidades de la bodega y terminamos con una cata de reservas muy especiales acompañados de jamón ibérico, salami, lomo y chorizo.
El primer reserva fue un Brut Barroco, de color oro claro, muy clásico y maridado con un salami delicioso. El segundo fue Trepat, elaborado con esta variedad tinta; un rosado de color medio y de un gran sabor, en conjunto con chorizo. El tercero fue un Cuvee D.S. de color oro pálido, acompañado de lomo ibérico. Finalmente un Reserva Real de un color más subido, agradables burbujas y con compañía de un jamón ibérico.
Siguió Segura Viudas, bodega del grupo Freixenet, más antigua y pequeña, donde probamos un rico cava rosado.
Codorniú, otra antigua productora siguió en la ruta. Nos gustaron sus cavas pero fueron más impresionantes los edificios antiguos, jardines, restaurante y vistas a la sierra del Montserrat.
Cambiando el escenario arribamos Rioja y la visita se realizó a dos bodegas del Grupo Luis Cañas: Bodegas Luis Cañas y Amaren. Amabas son actualmente lideradas por Juan Luis Cañas, a quien saludamos brevemente.
En la primera vinícola nos recibieron con su fresco Luis Cañas Viñas Viejas (90% Viura y 10% Malvasia). Conocimos la bodega, las salas de barricas y probamos tres vinos tintos en su terraza con vista a los viñedos y verdes valles. El Crianza era un vino joven pero redondo y agradable en boca; el Reserva tenía buen cuerpo y taninos suaves, y para terminar el Reserva de la Familia mostró estructura y unas estupendas nariz y boca.
Todos están elaborados con uvas Tempranillo en un 85 o 90 % y con viñas de 20 a más de 45 años de edad. Provienen en un 30% (aproximadamente) de viñedos propios y el resto de productores independientes exclusivos para Luis Cañas, a quienes se trata como si fueran de la familia.
De ahi fuimos a Amaren, una vinícola más pequeña, pero con un gran significado familiar al ser desarrollada y modernizada en honor a la madre de Juan Luis Cañas. Tras un tour por la bodega probamos dos vinos: Ángeles de Amaren y Amaren 60 cosecha 2010. Este segundo nos impresionó, es 100% Tempranillo de viñedos de más de 60 años; un vino muy redondo, con posibilidades de guarda pero ideal para tomarse ahora.
Por cierto, el hijo de Juan Luis Cañas está a cargo de esta bodega, por lo que el cambio generacional sigue en pie.
Llegamos a Ribera del Duero y visitamos Dominio de Cair, un proyecto personal de Juan Luis Cañas. La bodega es espectacular, asemejando una gran barrica invertida. Por dentro es moderna, con un pequeño hotel y restaurante.
Nos dieron detalladas descripciones de los procesos para la elaboración de sus vinos y en este espacio con increíbles vistas degustamos tres excelentes vinos tintos. Cair Cuvee 2018, delicioso, fresco, ideal para todos los dias; Selección La Aguilera 2016, más estructurado y fino, y Tierras de Cair Reserva 2014 con agradables aromas, amigable y equilibrado.
De camino a Cillar de Silos, visitamos la bodega Portia de corte moderno. En su terraza probamos un vino blanco Portia Verdejo 2020, de Rueda, muy fresco y con buen equilibrio en acidez.
Al caer la tarde Cillar de Silos fue el cierre del día. Con una sabrosa morcilla paladeamos sus sorprendentes tintos y rosados. Aquí conocimos el nuevo proyecto: Dominio del Pidio. Se trata de bodegas y cavas bajo tierra, antiquísimas, que se están rescatando. Días despues abrimos un tinto y un rosado que nos dieron de este nuevo concepto. El tinto 2017 fue muy agradable, para guardarse un par de años más en botella para que adquiera un mejor balance. El rosado resultó un poco dulce, pero con buena acidez.
Fue muy buena la hospitalidad de los anfitriones, la insuperable calidad de los vinos y todo el personal ligado a las bodegas.
- Esta es un crónica realizada por uno de los clientes de La Naval