Hay amantes empedernidos de la variedad Pinot Noir y es que se trata de una cepa que tiene aromas y gusto particulares que pueden enamorar. Sus notas generalmente a frutos negros, canela, notas ahumadas y una mineralidad elegante hacen que sea diferente a una Cabernet Sauvignon, Malbec o Merlot.
Sin embargo, no todo sobre esta uva es “miel sobre hojuelas” porque de acuerdo a muchos agrónomos, personas a cargo del cultivo de la vida, se trata de una de las especies más difíciles de cultivar y es que no se adapta fácilmente a cualquier clima, terreno o altitud.
La Pinot Noir prefiere un clima más frío, no es tan amante de mucho sol y sí requiere más agua a diferencia de otras variedades. Por ellos, hay pocos lugares en el mundo donde se da bien, porque aunque se trate de forzarla a dar buen vino en lugares donde no le gusta, no lo hará.
Entre los sitios en el mundo donde mejor se expresa está Central Otago en Nueva Zelanda, Oregon en Estados Unidos y obviamente Borgoña en Francia. En este último sitio es donde nació la cepa y donde dicen que está mejor adaptada y están los mejores vinos.
Uno de los vinos más caros, Romanée Conti, está elaborado con esta variedad y toda la región de Borgoña sólo autoriza utilizar Pinot Noir en sus tintos. En Champagne es la uva que le da color a los espumosos rosados, aunque también está presente en los espumosos blancos.
No es tan difícil encontrar esta cepa, pero sí hay dificultad en encontrar un vino excelente. Puede hacer vinos regulares, pero cuando está en un terruño que le gusta puede generar productos extraordinarios.
Si quieres probarla en una expresión de calidad y a buen precio, recuerda que en agosto contamos con una bonificación del 20% en tarjeta Almirante en varias marcas participantes de vinos franceses. Entre ellas está la bodega Jean Bouchard que tiene diferentes opciones de Pinot Noir, de varias zonas en Borgoña.